A principios de octubre de 1953 pude “introducirme” como
alma ultrasensible (HSP) en un pequeño cuerpo de ser humano
y una vida humana muy aventurera encontró su comienzo.
Por mi gran suerte, la
MADRE TIERRA
me “acompañó” desde el principio de forma intensa con su bondad, belleza y gran diversidad y me dio apoyo y confianza a través de muchos de sus regalos nacidos de forma variada.
Piedras preciosas y minerales conquistaron mi corazón desde la niñez y crecí con una colorida mezcolanza de “fuentes de energía de crecimiento natural”.
Con 16 años una esfera de cristal de roca encontró su camino hacia mí y así mi “verdadera vocación” pudo comenzar su camino.